26 de septiembre al 19 de octubre de 2012
Espacio de Arte ESEADE
“Indecisa, apenas articulada,
se despierta la palabra.
No parece que vaya a orientarse nunca en el espacio humano,
que va tomando posesión del ser
que despierta lenta o instantáneamente.” María Zambrano.
La muestra, presenta obra de la artista Carmen Imbach, artista uruguaya nacionalizada argentina, que con una labor de constante investigación, aborda desde su obra cuestiones femeninas. En su ultima serie ‘Juegos’ de sus “Tejidos de familia”; los bordados de redes y retratos son los protagonistas, al tiempo que aborda con sutileza el fenómeno lúdico y social como transmisor de los estereotipos de género.
La humanidad crea y produce fenómenos sociales. Modifica su entorno y “domestica” sus instintos
convirtiéndolos en instituciones. Instituciones tales como la sociedad, su sistema de valores, los roles que se ocupan en ella y la construcción del género.
Esas construcciones se expresan desde antes que el sujeto nace, y son tan sutilmente desarrolladas por
los agentes socioculturales que nos llevan a creer que se trata de un proceso natural, como sucede en el
juego infantil. Por ser quizás allí, donde surgen determinadas modalidades de relacionamiento entre
varones y mujeres, marcando lugares, definiendo roles, y también, generando exclusiones.
En el juego, parecería que al varón se le dan otras libertades legitimadas por el discurso dominante, que
fomenta la competencia y escasa expresión de afectos. La niña en cambio, es colocada en el lugar pasivo, doméstico que se ocupa de las cosas no demasiado valoradas socialmente pero imprescindibles.
Johan Huizinga dice que todo juego es más viejo que la cultura1, introduciéndonos a pensar el juego
desde el mundo animal y demostrar luego que el mismo excede lo fisiológico, pues significa “algo”, ya que “por el hecho de albergar el juego un sentido se revela en él, en su esencia, la presencia de un elemento inmaterial”
Así como en el juego, en el arte y la historia de nuestra cultura, la exclusión de las mujeres como
protagonistas ha sido sistemática. Como poseedora de un patrimonio intangible, no escrito, transmitido de generación en generación, la mujer genera un metalenguaje, formado por relatos, figuras y símbolos.2 Es así como Carmen Imbach, utilizando una labor femenina aceptada socialmente, como “hilo conductor” para bordar y entretejer su relato; hace visible las tramas familiares en relación a la construcción de género en nuestra sociedad.
Como protagonista de la serie, está el “juego de la bolita”, que trata de un juego de lanzamiento de
precisión, cuyas reglas según Piaget “constituye, pues, una institución propia de los niños, pero que, sin
embargo, se transmite de generación en generación con una fuerza de conservación sorprendente.” 3
La artista Carmen Imbach ve en el juego de bolitas un discurso silencioso que busca perpetuar un sistema de construcción de género desde la infancia y que impone reglas. Pero no las reglas del juego, sino más bien las de quienes son aceptados a formar parte de esta escena colectiva y quienes no, en una
distribución de roles sociales inconcientes.
Belén Lage y Cecilia Quinteros Macció
Curadoras
2- Para más información consultar: Elena Oliveras. “Cuestiones de arte contemporáneo. Hacia un nuevo espectador en el siglo XXI”. Buenos Aires, 2008. Emece arte. – Cap. VI: La cuestión del género- por Ma. Laura Rosa. Pag. 153 – 174.
3- Jean Piaget. “Seis estudios de psicología”. Barcelona, 1995. Editorial Labor S.A. Capítulo III: - La Infancia de siete a doce años -
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